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Mi despertar espiritual

29 agosto, 2020

Todavía estoy de resaca emocional por todo lo que estoy sintiendo con mi despertar espiritual. Ver como está mejorando todo mi entorno tan rápido, sin forzarlo ni esperarlo… Pero antes de hablaros del tema en concreto quiero hacer referencia a un par de cosas. Yo, como individuo personal, jamás y digo jamás, me he considerado religiosa ni creyente de ninguna religión impuesta, mas bien un alma libre pensadora y creyente de mi propio criterio sin despreciar jamás cualquier otro tipo de pensamiento y respetando y aprendiendo de los que si son creyentes.

¿Por qué os cuento todo esto? Escribo estas palabras y las voy borrado, no estando muy segura de hacerlo, considerando un poco locura todo esto, solo una pequeña parte de mi lo piensa, por que la otra está agradecida de haber avanzado y notado tanto cambio en tan solo unos días. Y me preguntarás, ¿qué ha ocurrido? Si me sigues en redes sociales, es probable que pueda intuirlo.

Post en instagram 22 de julio

Antes de mi diagnóstico, desde los 20 a los 27 años, también estuve enferma, pero no era consciente. Mi cuerpo me mandaba señales de que algo pasaba haciendo caso omiso y buscando soluciones científicas creíbles, porque era de las que pensaba en el “si no puedes verlo, no existe”. Pero me he dado cuenta de que nuestros ojos no son los únicos que ven, también lo hacen nuestros oídos, nuestras manos, nuestro olfato y gusto, y sobre todo, nuestra intuición.

A mis 22 años, me operaron de amigdalitis crónica. Tenía anginas recurrentes cada 15 días, sin fiebre, pero con unas bolsas de pus tremendas que me impedían hablar. Durante dos años visité muchos especialista que sin éxito no supieron saber que me pasaba. Un día, alguien de mi entorno laboral que fuera de este se dedicaba a las terapias alternativas, y a la cual mi persona rechazaba y se sentía incomoda en su presencia, sin saber por qué, un día me la encontré en el ascensor y me dijo:

-No te operes. Tu cuerpo te está mandado señales de qué algo pasa te inflama la amígdalas en señal de que tienes mucho por decir y callas, tienes que avanzar-me dijo muy seria

-¿Qué me estás contado?-me enfadé mucho

Salí del ascensor creyendo que aquella mujer estaba mal de la cabeza, ¿cómo se atrevía a decirme que yo me había provocado estar enferma? Cada paso que daba alejándome de ella pensaba más en ello, me parecía menos locura…pero cada vez que intentaba entender su mensaje, algo en mi frenaba ese pensamiento y me reafirmaba en su desvarío.

No ha sido ni la primera ni la última persona, que me ha dado señales de aviso, de hecho, todos los caminos que tomaba para llevar a cabo aquella operación eran frustrantes. Llegaba tarde a las visitas, la operación se complicó, y no mejoré al extirparlas.

Unos años mas tarde, en una entrevista conocí a un hombre muy espiritual con el cual, no compartía pensamientos ni religión. Conocía mi historia y tuvo un impulso en hacerme saber cual era su opinión. Él era un hombre de fe, que recién había llegado de un viaje espiritual en el Vaticano, y a mí solo con decirme aquello, ya daba pasos hacía atrás a modo de protección. Aquel hombre me sugirió que necesitaba ver a un sacerdote para….no me atrevo ni a escribir el motivo… me aseguraba, que si así lo hacía, mi vida cambiaría por completo. Salí de allí llorado, corriendo como una desesperada, muerta de miedo y no por lo que me había dicho si no, por que de nuevo, volvían las señales…

Cómo ésta historia tengo mil más, llena de señales que llamaba “casualidades”, entre ellas, sueños con mensajes de mis seres queridos, que interpretaba como alguna “problema neuronal”, señales terrenales, personas que aparecieron en mi vida únicamente para seguir avisándome de que dejase las puertas abiertas y ver mas allá, no con mis ojos, sino con el alma.

A los 27 años llegó mi fatal diagnóstico. La vida se me estaba acabando y apenas la había comenzado. Dicen que cuando ves la muerte tan de cerca, ves tu vida pasar en segundo y si logras sobrevivir a ella verás la vida de otra manera. ¿Qué manera? He tardado tres años en imponer la “cordura” en mi vida, en intentar dar respuesta al ¿por qué a mí? y no he sido consciente que aquella no era la pregunta correcta, si no ¿para qué?

¿Por qué has tardado tanto Natalia? Supongo que así debía de ser, he estado tres años de duelo, luto y crecimiento personal, buscando mi sitio, intentado entender que es lo que debía aprender para seguir avanzando y al fin, tuve mi respuesta a la pregunta y aquí estoy, empujando a las explicaciones física a salir de mi vida y dejando entrar a las que no se pueden ver.

Quizá, esto sea una señal más, un ultimatum. Quizá yo lo quiera creer así y no sea nada más que una creecia. Sea lo que sea, lo que si es seguro, es que algo en mí está cambiado, y con ello, no solo mi salud, mi percepción, relación con los demás, mi entorno en general, está sanando.

Acabo de aterrizar en todo esto, con los pies en la tierra y dando pasos cortos pero firmes, consciente, entendiendo cada señal, empapándome de sabiduría de otros, abriendo ventanas a nuevos caminos, sin pretensiones, despacio, asegurándome de entender que es lo que necesito y quiero aprender.

No intento curar mis enfermedades físicas, intento entender por qué mi cuerpo enfermó y que hay detrás de todo este potencial metafísico del que poco se habla. Lo que si sé, es que de lo poco que he podido aprender en estos días atrás, es la primera vez en muchísimos años que he podido tener un descanso pleno, seguido, sin parálisis y sin dolor. Siguiendo unos pequeños pasos que mi consciencia pasaba por alto y que mi yo de ahora sabe ver.

Miro hacía atrás en este blog y leo las primeras entradas allá por 2018. Ya lo sabías Natalia, pero no eras consciente.

Como leí hace poco en la dedicatoria de uno de mis libros “Este libro esta dedicado a las fuerzas poderosas que os cuidan, sin importar cómo las llamemos” Podré decir lo mismo, pero de este blog.

Si has llegado hasta aquí, quizá, solo quizá, esta sea una señal para tí. No la ignores.

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4 Comments

  • Reply Maika 29 agosto, 2020 at 6:20 pm

    GRACIAS ✨❤️

  • Reply Giovanna 8 septiembre, 2020 at 9:47 pm

    Hola, debore cada uno de tus articulos y me senti identificada, sobre todo con este ultimo…. mi nombre es Giovanna y soy de Guatemala, hace apenas dos semanas atras recibi mi diagnostico: Esclerosis sistemica.
    Creeme que he leido muchooooos blogs, he visto muchos videos y leido muchos articulos relacionados pero realmente los tuyos me hacen sentir una “conexion” (tu sabes de que hablo) y no queria dejar pasar la oportunidad para escribirte y desearte mucha luz en este camino que sigas sanando interiormente y que se refleje en tu salud fisica, llevo ya un tiempo metida en este rollo espiritual… aunque no aun 100% pero realmente me hacen “click” tus palabras en este blog.
    Gracias por tu aporte, me hacen sentir que en medio de la incertidumbre que siento vendran cosas muy buenas.

    • Reply nataliagp 2 noviembre, 2020 at 9:42 am

      Hola corazón!! Me alagan tus palabras, millones de gracias. Pues creé este blog justo para eso. Espero que encuentres el camino que te haga sanar y ser feliz!

  • Reply Clara 21 noviembre, 2020 at 8:59 am

    Mi despertar espiritual… Es muy emotivo.. Me ha hecho. Llorar… Pero esas llamadas han sido y son tan duras que te cuesta admitir que sea por ayudarte.. Y ver que puedes…

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